No había podido ser un solo segundo antes
ni uno más tarde en aquella latitud. Eran exactamente las 07:16:36, hora real, el
instante en que todas las almas de Ciberia despertaban de su inducido sueño, en
el mismo momento que en el resto del planeta. Entre ellas, la de Áureo Marcio, cuyos
pies gentilmente posados sobre el suelo se disponían, como cada mañana, a
empezar el día olvidando los mensajes publicitarios descargados a su mente
durante la diaria vigilia.
Las ventanas mentían un amanecer alegre y
soleado, ya sabemos que nunca llueve en Ciberia. Pronto el paisaje cambiaría
completamente. A las horas convenidas, las proyecciones de entorno pintaban mundos
distintos sobre el interior del cubo que era a la vez su hogar, su oficina, su
calle, su paisaje soñado.
Pero antes de empezar sus obligaciones, tocaba
correr un poco en la rueda de hámster que era el pedacito de suelo que servía de
cinta de andar y de enfermero. Vigilaba cada día sus constantes vitales, latido,
tensión, peso, saturación, y al fin su estado de ánimo, de modo que regulaba la
intensidad lumínica del entorno en función de los valores medidos. También en
función de sus valores de producción, y los parámetros de los distintos virtualbosses que se encargaban de analizar
y sacar partido a su rendimiento laboral.
Mientras corría por las calles de su
querida Madrid, apareció la proyección de Lucrecia, que llamaba en ese momento.
No podrían abrazarse de verdad hasta el domingo siguiente, así que se acercó al
interior del cubo, y besó el material softblended
que lo recubre, que se había vuelto cálido para hacerle creer que de veras besaba
a la muchacha. Después de la habitual ducha de gotas, pasó por el arcón refrigerado
de acero que guardaba su comida. Masa fresca sabor tilanda tocaba hoy, justo lo
que le apetecía. A Marcio no le gusta tomar la masa dulce por la mañana.
Ya es hora de trabajar. Marcio es muy bueno
en lo suyo, diseño de exteriores, pero no siempre fue así. Hace tiempo se
rebelaba contra el sistema de producción, pero a estas alturas ya estaba
resignado a trabajar en perpetua cautividad, rodeado de las proyecciones
holográmicas de sus compañeros de trabajo, tan cautivos, como él, de sus cubos.
Nostálgico como era, las visiones de estilo retro
que imprimía sobre el acetato multipantalla estaban muy cotizadas. Descargó un
mensaje en su memoria de su virtualboss,
que le avisaba de las otras tareas concurrentes que debía tener en mente,
pasando cíclicamente por todas, sirviendo cada una de descanso de la anterior. Diversos
estudios habían dado con la manera de mantener la atención y la productividad
durante las 13 horas y media de jornada laboral, gracias a la mutitarea
sucesiva.
Sólo los bebés se salvaban de este
sistema, sólo ellos tenían un mínimo diario de contacto humano, en lugar de un único
ciclo circadiano a la semana en el que podían de verdad socializarse. Sin
embargo, a partir de los siete años, la misma edad en que en la antigüedad los
espartanos entregaban a sus hijos al ejército, los niños empezaban su
entrenamiento, jugaban y aprendían, sentían y vivían rodeados virtualmente de
sus compañeros de juegos y de clase, independizados de sus padres, pero mediana
y regularmente felices.
Marcio no tenía que ocuparse de la
logística, por lo que su ración diaria de ocio podía
consistir en asistir a una de las sesiones de virtualkinema que ponían en su cubosalón. Lucrecia podría apuntarse
también y al menos le guardaría un hueco en la proyección de la derecha. Sin
embargo, cuando había elegido ya la película a proyectar, sonó la alarma
general e inmediatamente una fría luz desnudó las caras del cubo. Unos haces
rojos marcaban el corntorno del camino que debía seguir y el perímetro del que
no podía salir. De fondo, la voz metálica del alcaide instaba a todos los
internos a que reentraran de nuevo en su sueño inducido, esta vez antes que
ningún día, debido a la infracción prestada de otro Marcio al que éste nunca
conocería.
Algunas tecnologías soñadas:
-
Regulación del sueño mediante
ondas electromagnéticas
-
Inteligencia artificial para
control del rendimiento
-
Arcón refrigerante
autorregulable y con
-
Inducción y descarga de
mensajes
-
Pantalla invisible
-
Paneles retroproyectables de
material adaptable
-
Ventanas con simulación de
paisaje
-
Entornos virtuales de simulación
para interacción social